Hijo de buena familia : Bart Simpson
Marco Antonio Sepúlveda
Ejemplo de texto, del 21 agosto. Les habitants des hauts plateaux craignent que le projet ne les prive de leurs ressources en eau. | Chile/Cecile Bouscayrol
- “Hijo de buena familia : Bart Simpson”
- 2010
- Impresión digital, collage
- ©
Hace algunos años desarrollé un grupo de obras con la intención de descontextualizar el Grabado (Expuestas en el Instituto Chileno Norteamericano de Valparaíso en 1996) tratando de insuflar un poco de oxigeno en el a veces burdo tema del Grabado tradicional, donde la técnica (que cualquiera puede aprender) está por sobre los contenidos. Lo anterior no es un desconocimiento del mundo maravilloso del grabado en si y sus cultores (un ejemplo de honestidad e imaginación es Santos Chávez), sino que una opinión crítica sobre los individuos desprovistos de creatividad y falta de ella se atrincheran entre planchas y ácidos.
Como resultado de este proyecto , donde el protagonista es ese pequeño engendro muy fastidioso para la sociedad pero que considero un fiel representante del mundo de hoy, Bart Simpson, encontré en el desván de mi inconsciente colectivo este grupo de lucubraciones conceptuales, donde no se interviene mayormente construyendo la matriz sino que la estructura de la obra se basa en el concepto, es decir en el proceso mismo y no en el resultado "obra".
Por lo anterior no existe matriz más que en la mente de quién proyecta el objeto, y a la vez no existe copia tan solo una edición en la mente de quien lo mira.