El Concierto de Santa Cecilia

• “El Concierto de Santa Cecilia”
• 2004
• Óleo y Temple sobre tela
• 250x184 cm
• ©

Este cuadro es en homenaje a santa Cecilia patrona de la música, y por lo tanto al sonido y al silencio que permiten que podamos escucharla.

En el primer plan de izquierda a derecha vemos a un chelista tocando con el arco sobre el cuerpo de una mujer desnuda , música y musa han ido siempre de la mano, esa pareja representa la sensualidad el no hace música tocando sobre el cuerpo de quien lo inspira, pero si la escucha gracias a los audífonos que lleva puestos y por su expresión parece disfrutarla íntimamente.

Los siguientes músicos, son un contrabajista y el primer violín, el primero privado de la vista por una venda como el segundo que ve a través de unos anteojos ingrávidos, no tienen cuerdas y por lo tanto no hacen música sino solo alusión a los sentidos. Los divos cantan a todo pulmón, el tiene un celular en la mano, el que hace sus sonidos de llamada, ella tiene un sombrero que es un panal de abejas que salen zumbando de el haciendo el típico sonido de un enjambre.

Sobre la cama trasera una joven despierta bostezando lo que puede parecer un canto. El director tiene como cabeza una mano con la batuta, signo de la autoridad. Le sigue un flautista a quien le canta un pájaro al oído parado sobre la flauta dulce representando el retorno de la música al hombre la que originalmente nos llego de las aves. Al piano Santa Cecilia con aureola y palomas que anidan sobre ella. En primer plano un niño indígena pide silencio acallando el tambor símbolo de su música ancestral.

En la obra están presentes los cuatro elementos, el aire representado por las nubes móviles el agua por el pie del director en una posa, el fuego en los volcanes y las velas del piano, la tierra en todo e resto del paisaje.

Jose García Chibbaro