Valpo submarino

• “Valpo submarino”
• Abril de 2012
• Acrilico sobre tela
• 100x80cm
• ©

Lobsang Durney entiende los conceptos cromáticos. Este dominio del color le permite disminuir, en aparente facilidad, progresiones de colores traducidos en términos de tono, valor y saturación. Este estilo de ejercicio es para un pintor una prueba de alto vuelo. La armonía general depende de esta agilidad, genera el ambiente necesario que en la expresión de su perfección lleva, como en la música, al éxtasis.

Muchos detalles iconográficos que animan esta pintura le dan su riqueza visual. Las referencias a imaginarios paralelos están presentes sin impedir una lectura renovada por elementos singulares. El submarino transporta una ciudad con arcos y cúpulas que recuerdan a Venecia, le da a este cuadro un aire festivo. Por contra son las escaleras y pequeñas casas cubiertas de chapas pintadas de Valparaíso. Se confirmó la presencia de un ascensor indicando la proa del submarino, y el tradicional bus amarillo y verde chileno. Lobsang Durney viaja con Valparaíso en su corazón.

La ilusión de transparencia del agua del mar, sugierendo un plan delante al otro, refuerza la impresión de profundidad. El acrílico permite estas superposiciones de colores transparentes, llamadas esmalte (técnica de los pintores flamencos) El avance silencioso submarino en el fondo del mar de luz, el. El color amarillo es el punto más saturado del cuadro, que brilla con intensidad y difunde su luz indicando la parte delantera del submarino y especialmente la vida que lo habita. Un buceador nada en las proximidades del submarino inmóvil, flotante.

Nos cuenta una historia, compuesta por personajes míticos: una ballena a la izquierda (¿La de Pinochio?) parece observar la escena y sugiere un cierto respeto por la naturaleza, pero más probablemente una sirena lizgada por una cuerda a un tubo. Un barco que se hundió todavía lleva el velo sobre lo cual fue pintada una cruz de Malta. El viento parece soplar en este velo que infla una corriente oceánica. El gato imaginario llevando un buzo mira el timón que se encuentra en el fondo del océano.

Lobsang Durney es un explorador, nos lleva en un viaje como un Julio Verne (1828, Nantes -1905 Amiens, Francia) - Veinte mil leguas de viaje submarino es una de las novelas más conocidas- de la época contemporánea, reactivando la tradición del mundo de las hadas, la ciencia ficción o del descubrimiento. Es casi reconfortante saber que todavía hay seres humanos tienen un espíritu imaginativo capaz de transportarnos más allá de la realidad, además de un sentido estético notable

Cecile Bouscayrol