Andres Ovalle
Hace 26 años que estoy pintando. Comencé a los 15 y hoy tengo 41. Este camino me ha llevado por grandes reflexiones sobre la percepción y el conocimiento. Siempre he pensado que el arte es un articulador de cambios y un medio para expandir la creatividad a los límites.
Mi estadía de 3 años, en Nueva York me enseñó que la obra de un artista debe ser universal. En esta ciudad me vinculé con el grupo Nuyorican (movimiento artístico de portorriqueños nacidos en Nueva York) y pude impregnarme de las obras del arte universal y relacionarme con artistas de distintas nacionalidades que enriquecieron mi visión del arte como articulador social.
El Arte me ha llevado a tomar conciencia que el talento debe estar al servicio de algo superior. Una de las reflexiones que resume esto la sintetiza un refrán que dice : “Todo lo que podemos imaginar lo podemos creer, y si lo podemos creer, lo podemos hacer”. Esto quiere decir que nuestras mentes son depositarias de ideas que se están fraguando en lo invisible y que si no creemos en ellas serán depositadas y ejecutadas por otra persona.
© Andrés Ovalle
Luego de autogestionar el proyecto RETRATO DE UNA PRESIDENTA 2006-2010, el cual comencé a mi regreso de NY (expuesto en el III Fórum Universal de las Culturas Valparaíso 2010), tengo la convicción que la creatividad se puede expandir a otras áreas como al arte público, el videoarte, el arte digital, la literatura (áreas en las que últimamente he incursionado) a fin de experimentar e integrar la creatividad en nuevas fronteras.
Pero lo más importante que me ha enseñado el arte es que existe un Creador, una creación y creaturas; que nunca estamos solos, que cada vida tiene un propósito y que el talento artístico tiene una responsabilidad última. Hoy puedo decir que “Somos el fruto del sueño del Creador, somos el fruto de su pensamiento”.