Esto no es una pipa
Mauro Basáez
Ejemplo de texto, del 21 agosto. Les habitants des hauts plateaux craignent que le projet ne les prive de leurs ressources en eau. | Chile/Cecile Bouscayrol
- “Esto no es una pipa ”
- 2008
- Bronce sobre placas de acero Marco de madera
- 65x50cm
- ©
“Esto no es una pipa” propone una separación entre la imagen y la palabra. Esto nos dice que del arte no se puede predicar lo verdadero y lo falso.
Es une ilususionismo que se liga con la “mochila valórica” de quien observa.
La descontexturalización visual de la iconografía cristiana, es el principal objectivo de una serie de trabajos que apunta, precisamente a un cuestrionamiento retórico, con el propósito de instalar la pregunta ¿Qué ve el observador en el objeto del arte?
Para ello, propongo recoger algunos elementos de la Iglesia y desplazarlos a lo público, con el objeto de descontextualizar su contenido valórico, condicionado también por el lugar y el entorno.
Con este fin, instalo un objeto compuesto por de una pareja, aparentemente en posición sexual, sobre una cruz, a las afueras de la Catedral de Valparaíso. Esta figura, además, es acompañada por una treintena de reproducción en yeso a los pies de la obra, con el intención de obsequiarlas al transeúnte, a modo de retribución de sus opiniones.
La obra tuvo como objetivo que el observador fuera quien sacará sus propias conclusiones con respeto a lo observado.
Por una parte, estas figuras pueden representar a Adán y Eva, sobre la cruz que representa a la iglesia católica y así, por lo tanto, no trasgrediría sus valores.
Por otra parte, está la más controversial, la que dice de cristo teniendo sexo sobre la cruz. Postura que sí agrede los principios valóricos de la Iglesia.
Estas dos vertientes quedan a libre interpretación de quien observa y que está condicionado, como ya he mencionado, a su “mochilla valórica”.
Diario “El observador” de Viña del Mar, sábado19 de julio de 2008, edición 255, página 13
Un crucifijo de bronce con la figura de un hombre y una mujer desnudos y abrazados fue colgado esta semana en las rejas del frontis de la Catedral de Valparaíso.
El artista explicó que la finalidad no es ofender o provocar a la iglesia, sino más bien recogerlos interpretaciones de lo transeúntes.
Las estatuillas son una reinterpretación del ícono religioso fácilmente reconocible, como Adán y Eva, sin embargo las figuras recuerdan más a cristo crucificado que está en brazos de una mujer. No puedo ser tan obvio, lo que tengo que lograr es precisamente que la gente saque sus propias conclusiones, añadió Mauro Basáez.