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Ciudadano discontinuado

Juan Cameron

2009 Editorial Librosdementira

Colección Librosdementira N°20 ; Portada : Grabado de Virginía Vizcaíno

Aeropuertos

1

Discontinuado en casa

retenido por Pluna en San José de Mayo

entre gentes amables de corazón pampeano

requerido por Táchira bolivarianamente

pienso en vos mi pequeña inmensa luna clara

y te leo en las páginas virtuales del momento

electrónicas pálidas como un producto antiguo

que insisto en exponer en la vidriera aquella

Discontinuado digo

devastado

sin vuelo.

2

Me acostumbré ya mucho a los exilios

al olor de alerones que me eleva

al rugir de motores donde sueño

a despertar mañana en otra pista

tras dormir en la cinta de equipajes

o al pasar deste cuerpo por máquinas de rayos

por revisar los días dejados como huellas

de amigos que partieron

definitivamente

3

Necesito volar repetir día a día

que este país no sirve que este otro tampoco

que soy un ciudadano discontinuo y distante

-discontinuado digo-

que esa imagen virtual sigue siendo la mía

que nací ya extranjero

que porto sin raíces en mi repleta alforja

como mi propio exilio:

esa patria de timbres cargados a la espalda.

4

Hojas perdidas de un pasaporte

¿Viajaron solas?

Un niño sueco no ingresa sin brújula a ese bosque

ni sin migas en el bolso un pequeño alemán

Yo entré a tu vida mirándote a los ojos.

5

Algunos juegan naipes

otros escuchan su propia música

con orejeras y lentes en la nuca

o pasan simplemente con platos silenciosos

o vuelven con maletas entre las mesas

o ruedan en sillas o monopatines

pero todos

o casi todos

hablan en un código desconocido ajeno

sólo por recordarte quien tú eres:

aquel centro del mundo

ignorado por ellos.

6

De madrugada

arrastran lentamente las maletas

los pasillos

arrullan con sus ruedas el despertar del día

como quien acaricia la nuca de un cachorro

Mas a media mañana y también por las tardes

recorren los viajeros corredores se apuran

tras las cintas mecánicas y frenan

el impulso en las largas hileras de las migraciones

así gansos de otoño en dirección al sur

en ordenadas líneas

La prisa es necesaria cuando la prisa indica

arrastrar nuestros pasos con la justa cautela

y nunca abrir valijas en mitad del camino

Ya vendrán a juzgarnos con sus cajas de rayos

si acaso fueron ciertas nuestras declaraciones

o eran simples papeles rayados a desgano.

7

Siempre hay carteles esperando a la salida de los aeropuertos

sujetos con cartones en sus manos

miradas sonrientes que auscultan al viajero

y uno espera encontrar su propio nombre escrito en algún pecho

una palabra clave que abra el mundo de nuevo

así una ventana en la pantalla del computador

Un cruce de miradas y ya está

y otras voces que dudan en bandada

murmuran ciertas señas comprendidas por fin

Así he buscado tus ojos bajando de algún vuelo

para posarme en ti si acaso comprendieras

estas letras perdidas entre la muchedumbre.

Oro

(Plaza de Liljeholm)

Una vida luminosa plena de caminos

no era esta la que tú esperabas

sino el sendero hacia el arcoiris.

Pero un paisaje de avisos luminosos

que brillan a lo lejos así pájaros

de una antigua migración

no era ese en verdad; tampoco fue aquel

que los dioses dictaron a tu oído:

Muchas lenguas oirás en voces en colores

Acaso celulares en un inmenso mall

con productos asiáticos y libros a la moda

y la moda en vidrieras y un pasillo escondido

hacia un Metro que te aleja; y cada vez más.

Una vida luminosa no era esta

la que tú merecías:

Tres pisos bajo el cielo de un otoño lejano

anónimo entre oscuros peatones

cuyos ojos a ratos brillan así monedas

de esa vasija oculta al pie del arcoiris

cuyo rastro no alcanzas y has perdido este día.

Luz

Por ella camino el París que en sueños vivo

por ella por el Sena y el puente de Louis no sé cuanto

por ella veo a los amantes en la orilla

por ella leo capital del dolor

por ella la escalera donde Brando de abrigo

por ella la Tour Eiffel veinte años después

por ella un París como turista y no de comunero

por ella un café en el pobre circo del Sagrado Corazón

Por ella París era una fiesta

por ella con ella y Alfred Jarry

por ella un hotel en Gare d’Est

por ella París es tan pequeño

por ella en París se hizo la luz.

Escrito en Estocolmo

Y qué será de Patricio?

Con su ceñudo gesto se echará unas copitas en memoria

de quizá cuál recuerdo / nieve / luz artificial / el silencioso túnel de algún Metro

camino hacia sí mismo (el timbre de un teléfono irrumpe en el poema)

Su voz apenas queda registrada en la imagen

-una fotografía fechada hace unos años-

resuena en la consola al reinventar su nombre

La pantalla es oscura

el ceño es de mi padre la calva de mi abuelo

su amor al viejo libro lo copió desde niño

y ahora entiende a Shakespeare y se ríe en los buses de sus tontas novelas medievales

Lo miro en este texto:

tiene casi la edad que yo tenía en ese instante en la misma ciudad cuando llegaba

sin saber de un regreso

(el timbre de un teléfono extiende sobre el tedio

su ruido por la tarde) Es ya casi verano

y ahora los papeles se invirtieron como puntos cardinales

(lo dijo Ángel González) que ocultan sus ganancias:

tiempo tiempo tiempo

Traquetea el olvido como un tren subterráneo

y en cada andén el viento levanta algún retrato

-un cómic arrojado desde un tren extranjero *-

que alza como un hijo en repentina risa

y lo arrastra a lo oscuro.

*Íbamos en busca de la libertad de América/ El tren era un cansado jadear sobre la pampa/ y esas líneas te dije son trampa para incautos/ Lancé por la ventana tu revista/ y con ella -ahora sé- deshojaba mi imagen/ Has cobrado esas páginas/ cada cuadro cada globo cada color has revisado/ Difícil detener ahora esa marcha/ aullar como ese tren antes del túnel/ bajar y recogerla entre los restos/ cambiar de itinerario/ Éramos cuanto somos quizá algo más pobres/ o más aventurados/ Tal vez eso olvidaste mas no aquel cómic/ Cada palabra tuya lleva rencor en su trazado/ y a veces florece con el vino/ al paso de la ausencia/ No hay fin para esta historia/ es parte del guión equivocado/ panfleto de algún cuento/ que silba en la memoria y nos persigue/ como el retrato de una estación ya muerta.

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