Colección Librosdementira N°20 ; Portada : Grabado de Virginía Vizcaíno
Aeropuertos
1
Discontinuado en casa
retenido por Pluna en San José de Mayo
entre gentes amables de corazón pampeano
requerido por Táchira bolivarianamente
pienso en vos mi pequeña inmensa luna clara
y te leo en las páginas virtuales del momento
electrónicas pálidas como un producto antiguo
que insisto en exponer en la vidriera aquella
Discontinuado digo
devastado
sin vuelo.
2
Me acostumbré ya mucho a los exilios
al olor de alerones que me eleva
al rugir de motores donde sueño
a despertar mañana en otra pista
tras dormir en la cinta de equipajes
o al pasar deste cuerpo por máquinas de rayos
por revisar los días dejados como huellas
de amigos que partieron
definitivamente
3
Necesito volar repetir día a día
que este país no sirve que este otro tampoco
que soy un ciudadano discontinuo y distante
-discontinuado digo-
que esa imagen virtual sigue siendo la mía
que nací ya extranjero
que porto sin raíces en mi repleta alforja
como mi propio exilio:
esa patria de timbres cargados a la espalda.
4
Hojas perdidas de un pasaporte
¿Viajaron solas?
Un niño sueco no ingresa sin brújula a ese bosque
ni sin migas en el bolso un pequeño alemán
Yo entré a tu vida mirándote a los ojos.
5
Algunos juegan naipes
otros escuchan su propia música
con orejeras y lentes en la nuca
o pasan simplemente con platos silenciosos
o vuelven con maletas entre las mesas
o ruedan en sillas o monopatines
pero todos
o casi todos
hablan en un código desconocido ajeno
sólo por recordarte quien tú eres:
aquel centro del mundo
ignorado por ellos.
6
De madrugada
arrastran lentamente las maletas
los pasillos
arrullan con sus ruedas el despertar del día
como quien acaricia la nuca de un cachorro
Mas a media mañana y también por las tardes
recorren los viajeros corredores se apuran
tras las cintas mecánicas y frenan
el impulso en las largas hileras de las migraciones
así gansos de otoño en dirección al sur
en ordenadas líneas
La prisa es necesaria cuando la prisa indica
arrastrar nuestros pasos con la justa cautela
y nunca abrir valijas en mitad del camino
Ya vendrán a juzgarnos con sus cajas de rayos
si acaso fueron ciertas nuestras declaraciones
o eran simples papeles rayados a desgano.
7
Siempre hay carteles esperando a la salida de los aeropuertos
sujetos con cartones en sus manos
miradas sonrientes que auscultan al viajero
y uno espera encontrar su propio nombre escrito en algún pecho
una palabra clave que abra el mundo de nuevo
así una ventana en la pantalla del computador
Un cruce de miradas y ya está
y otras voces que dudan en bandada
murmuran ciertas señas comprendidas por fin
Así he buscado tus ojos bajando de algún vuelo
para posarme en ti si acaso comprendieras
estas letras perdidas entre la muchedumbre.
Oro
(Plaza de Liljeholm)
Una vida luminosa plena de caminos
no era esta la que tú esperabas
sino el sendero hacia el arcoiris.
Pero un paisaje de avisos luminosos
que brillan a lo lejos así pájaros
de una antigua migración
no era ese en verdad; tampoco fue aquel
que los dioses dictaron a tu oído:
Muchas lenguas oirás en voces en colores
Acaso celulares en un inmenso mall
con productos asiáticos y libros a la moda
y la moda en vidrieras y un pasillo escondido
hacia un Metro que te aleja; y cada vez más.
Una vida luminosa no era esta
la que tú merecías:
Tres pisos bajo el cielo de un otoño lejano
anónimo entre oscuros peatones
cuyos ojos a ratos brillan así monedas
de esa vasija oculta al pie del arcoiris
cuyo rastro no alcanzas y has perdido este día.
Luz
Por ella camino el París que en sueños vivo
por ella por el Sena y el puente de Louis no sé cuanto
por ella veo a los amantes en la orilla
por ella leo capital del dolor
por ella la escalera donde Brando de abrigo
por ella la Tour Eiffel veinte años después
por ella un París como turista y no de comunero
por ella un café en el pobre circo del Sagrado Corazón
Por ella París era una fiesta
por ella con ella y Alfred Jarry
por ella un hotel en Gare d’Est
por ella París es tan pequeño
por ella en París se hizo la luz.
Escrito en Estocolmo
Y qué será de Patricio?
Con su ceñudo gesto se echará unas copitas en memoria
de quizá cuál recuerdo / nieve / luz artificial / el silencioso túnel de algún Metro
camino hacia sí mismo (el timbre de un teléfono irrumpe en el poema)
Su voz apenas queda registrada en la imagen
-una fotografía fechada hace unos años-
resuena en la consola al reinventar su nombre
La pantalla es oscura
el ceño es de mi padre la calva de mi abuelo
su amor al viejo libro lo copió desde niño
y ahora entiende a Shakespeare y se ríe en los buses de sus tontas novelas medievales
Lo miro en este texto:
tiene casi la edad que yo tenía en ese instante en la misma ciudad cuando llegaba
sin saber de un regreso
(el timbre de un teléfono extiende sobre el tedio
su ruido por la tarde) Es ya casi verano
y ahora los papeles se invirtieron como puntos cardinales
(lo dijo Ángel González) que ocultan sus ganancias:
tiempo tiempo tiempo
Traquetea el olvido como un tren subterráneo
y en cada andén el viento levanta algún retrato
-un cómic arrojado desde un tren extranjero *-
que alza como un hijo en repentina risa
y lo arrastra a lo oscuro.
*Íbamos en busca de la libertad de América/ El tren era un cansado jadear sobre la pampa/ y esas líneas te dije son trampa para incautos/ Lancé por la ventana tu revista/ y con ella -ahora sé- deshojaba mi imagen/ Has cobrado esas páginas/ cada cuadro cada globo cada color has revisado/ Difícil detener ahora esa marcha/ aullar como ese tren antes del túnel/ bajar y recogerla entre los restos/ cambiar de itinerario/ Éramos cuanto somos quizá algo más pobres/ o más aventurados/ Tal vez eso olvidaste mas no aquel cómic/ Cada palabra tuya lleva rencor en su trazado/ y a veces florece con el vino/ al paso de la ausencia/ No hay fin para esta historia/ es parte del guión equivocado/ panfleto de algún cuento/ que silba en la memoria y nos persigue/ como el retrato de una estación ya muerta.