El don de la palabra

Gerardo Saavedra

• “El don de la palabra”
• 2013
• Aguafuerte, aguatinta
• 50 x 70 cm
• ©

Esta prueba de artista realizada por Gerardo Saavedra se incorpora en una serie iniciada en 2009. Conocemos cuatro de estos grabados intitulados : Clásico Domingo, Consejo de sabios, El amurrado y Se perdió la paz. Los grabados se realizaron en un metal blando, de zinc, y la serie necesitó trabajar en escala de grises. El ácido nítrico ataca el metal donde se extrae el barniz con una punta seca, las partes protegidas siguiendo intactas. La placa es pulida cuidadosamente con un papel de lija para eliminar arañazos y obtener una superficie lisa, luego se desengrasa. Cuando el agua fluye sin encogerse, puede recibir el barniz que debe ser aplicado en capa uniforme. Luego el dibujo trazado preferentemente con un lápiz graso se realiza con un papel cristal o pasandolo en prensa con la placa sin presionar. El uso de la aguatinta participa en más refinamiento.

El grabado El don de la palabra se divide en tres placas horizontales que organizan la composición. La gente sigue esperando en la fila, se mueven desde arriba hacia abajo, de izquierda a derecha, hasta un personaje sentado en una mesa. Ellos parecen tener en común el hecho de esperar ser recibidos por este personaje a cabeza de gato. A veces se forma un grupo, por ejemplo la mujer tomando por las manos dos hijos, cuya apariencia es coherente con lo habitualmente observado en la vida. La sociedad está presente en toda su diversidad : juventud o vejez, normalidad o diferencia incluso discapacidad son mencionados. Al contrario, más sorprendente es la intrusión de personajes inusuales, como un primer diablo desnudo (segunda fila, a la izquierda), otro vestido (tercera fila, a la izquierda) y por supuesto uno sentado en una silla (tercera fila, a la derecha) y la mujer desnuda a cuatro patas (en el medio, tercera fila) Los personajes parecen relativamente hieráticos de modo que el movimiento del primero, llegando finalmente a su interlocutor, sorprende. ¿Qué puede significar? El imaginario de Gerardo Saavedra responde a una reflexión muy personal y ofrece una formulación iconográfica original.

Cecile Bouscayrol