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Goya y la Casa de Locos
F. Goya 1812/1819 "La casa de los Locos"© Foto M.A. Romieux
La locura es uno de los temas recurrentes en la obra de Goya. La pintura la Casa de locos, conservada actualmente en la Academia real de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, fue realizada entre 1812 y 1819. Este lienzo, aunque considerado como parte de las obras negras, traduce una percepción humanista de la sociedad propia a Goya.
La composición de la obra evidencia sus encantos con una construcción fictiva aunque conserva un realismo notorio de las condiciones de vida y de las posturas físicas de los personajes. Goya ya conoce su tema como en el Corral de los locos que se inspira de una visita que hizo en el asilo de Zaragoza. En ésta, se trata más de una puesta en escena de los diferentes tipos de delirio que Goya ha podido observar en el sitio. Aquí, seis personajes principales, seis delirios y entre otros repeticiones. Goya pintó los trastornos psicóticos más conocidos de su época. Primero, la interpretación psiquiátrica de la obra muestra un predominio de la manía con deliro, lo que correspondería hoy día a la megalomanía : es el loco de obispo, él coronado de naipes. El soldado parece padecer de estrés postraumático, durante una época de violencia de la guerra de Independencia (1808-1814) o guerra de España para los franceses. En aquella época, el científico francés Charles Pinel revoluciona la medicina psiquiátrica, que entra entonces en la modernidad : es el desarrollo del interés científico por las enfermedades mentales que empieza elaborando una concepción psiquiátrica del alienatio. Goya está probablemente al corriente de estos descubrimientos, tanto más cuando hizo una visita del hospital de Zaragoza.
F. Goya 1812/1819 "La casa de los Locos" detalle © Foto M.A. Romieux
Lo que está interesante ahí es la elección de los personajes. Las grandes figuras que componen la sociedad de aquella época están de hecho pintados por su locura en el mismo espacio cerrado : el rey, el obispo, el militar, el devoto, el jefe con su turba. Pero el obscurantismo permanece a través de la ausencia de esperanza provocado por el entorno, más aún cuando la única luz proviene de una ventana con barrotes de hierro. Es como una escena de teatro donde la superposición del cómico con el trágico la transforme en grotesco. La luz proyectada a través de la ventana y de las alcobas concurren al teatral de la situación. Manifiesta una traducción doble de la locura : encerrado y excluidos totalmente de la sociedad, lo cual es propicio a la decadencia física y psicológica. Cabe notar que la locura estaba considerada como una amenaza social que necesitaba entonces la reclusión total. Si algunos personajes tienen una cara el borrón de los otros personajes, como sombras y formas dobladas dejan pensar en el olvido de la identidad de estos enfermos, están simplemente puestos al margen de la sociedad y borrados. La representación de la decadencia de la sociedad, más bien de una micro-sociedad extrema, durante una época turbia es un contra-ejemplo de la consideración propagada por la Ilustración que pone adelante la felicidad y la razón. La Ilustración de hecho ha cuestionado la estructura y la organización de los lugares de acojo de los locos y sus tratamientos. Sin embargo, la guerra dejó de lado estas preocupaciones de los excluidos de la sociedad, y las posibles reformas. La guerra de Independencia abre la puerta a los traumatismos de una guerra de ocupación donde el obscurantismo da lugar a las más grandes atrocidades de las cuales Goya es un testigo. Goya nos dice también por sus grabados que la guerra de Independencia es la negación absoluta de estos principios ilustrados, una regresión humana de sus ideales por su brutalidad. Este lienzo puede ser visto casi como una representación alegórica de esta situación histórica : la guerra como factor de decadencia. Es una caricatura grotesca de la sociedad en época de guerra y de sus consecuencias sobre el hombre.
Entonces, el asilo de locos de esta obra tiene una dobla cara. A primera vista, es sólo un asilo de locos donde Goya puso sus conocimientos de la representación de la decadencia mental, pero varios puntos permiten una lectura más metafórica que la diferencia de la obra el Corral de los Locos de 1793. La guerra originó todos los excesos del hombre, la locura se hace el portavoz de estos de modo satírico. Las numerosas obras de Goya que tratan de la locura muestra un interés personal, que ha dejado abierto la controversia de los historiadores sobre su experiencia personal pero aquí, es un testimonio de humanidad.
M.A. Romieux
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